Biblia y cultura hoy.

^{(Por Fernando Teseyra en san-pablo.com.ar)}

La palabra es una operación propia del ser humano. Con ella, se construye la comunicación, y, por ende, es la base de las relaciones humanas. ...

... A lo largo del tiempo, de diversas maneras, las Escrituras han movilizado a hombres y mujeres que, impulsados por la fe, actuaron comprometidamente en sus épocas. Así, Pablo, en los albores cristianos, como Agustín y Francisco, en el amplio período medieval, Alberione y la Madre Teresa, en la época moderna. O, en otros contextos y bajo diferentes pretextos, fueron martirizados, a causa de la palabra, Luther King en los Estados Unidos, Manche Masemola, en Sudáfrica, y Paul Robert Schneider, en Alemania.

La Escritura ha influido notoriamente en el desarrollo de las culturas. Con Benito, que escribió la “Regla”, aplicación directa del evangelio vivido en comunidad, se asentaron las bases de los países europeos; con Cirilo y Metodio, los países eslavos elaboraron la escritura cirílica para difundir la Palabra, que es la base con la que actualmente se comunican; o la primera edición de la Biblia en alemán moderno, que fue la puerta del progreso del país. La influencia invisible de las propuestas de convivencia y las actitudes presentes en la Biblia marcaron la conducta de gobernantes y ciudadanos. Como también inspiraron a músicos, artistas plásticos, arquitectos y escritores de todas las épocas: así lo testimonian el arte paleocristiano, las monumentales construcciones de la Basílica de San Pedro y La Santa Familia, óperas como Nabucodonosor, libros como La Divina Comedia, el patrimonio artístico de Miguel Ángel… 

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La comunicación humana, más allá del fenómeno que constituye en sí misma, debe tener un alma, que, en este caso, se la da la misma Palabra de Dios. Puede ser éste el novedoso aporte cultural de la Biblia, patrimonio judeo-cristiano al mundo de hoy. La comunicación que conocemos es para mejorar las maneras de vivir y convivir de los seres humanos. Se podrá decir que está viciada o corrompida por intereses diversos, como el económico; no obstante, así como la Palabra influyó en obras de arte, expresiones musicales y arquitectónicas, el cristiano, que ve más allá de los ventanales de los templos, debe preguntarse cómo el mensaje de Dios se hace comunicación y qué formas adoptaría la Palabra en el ámbito socio-cultural multimedial, en Internet. Se trata de trascender el mensaje religioso y hacerlo humano, integral, que abarque todo lo que el hombre es y hace.

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La Biblia genera cultura. Ésta es la base de la sociedad y de la cultura que se pretende recordar en el mes de la Biblia. Todo está dado para reiniciar el camino y generar un movimiento humano con el alma de la Palabra de Dios, que incida en la vida de los pueblos y de los individuos. La Palabra de Dios, hecha carne en Jesucristo, debe revertirse de la cultura contemporánea para que el hombre sea más hombre.

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