Volviendo a la fe del Nuevo Testamento.

Ser cristiano

Tradicionalmente, más concretamente desde el siglo IV, el ser cristiano ha puesto el acento en los actos de culto, sacramentos, rezos y dogmas, sin olvidar la práctica de la caridad con el prójimo. Diversos acontecimientos acaecidos a partir de mediados del siglo XX, ... nos permiten conocer con más certeza el mensaje de Jesús, su experiencia del Padre y la propuesta de su mensaje. Es decir, qué significa ser cristiano.

^{(Por Emilio J. Soriano, en laverdad.es)}

[Al respecto]... José Antonio Pagola, sacerdote, teólogo y profesor, ha publicado el exitoso libro 'Jesús. Aproximación Histórica'. ...

El de Pagola es un libro escrito con un rigor histórico poco habitual. Relato vivo y apasionante de lo que Jesús sintió, dijo e hizo, que el autor sintetiza en cinco puntos:

(1) Jesús sólo habla de Dios para hacer referencia a su proyecto: el reino de Dios. No dice buscad a Dios, sino al reino de Dios y su justicia, que es un proyecto para humanizar la vida. No dice volved a Dios, sino entrad en el reino de Dios. Para encontrarle no hay que subir al cielo, Él ya está aquí;
(2) Jesús relaciona a Dios con la vida, no con el culto. Lo primordial es la reconciliación, vivir la fraternidad. Cuando entra en la sinagoga su atención se centra en el paralítico. Lo primero es el ser humano, todo lo hace por amor a él;
(3) Jesús no va buscando pecadores, no mira al pecado sino a los desposeídos, a los más desdichados. Su primera mirada se dirige al sufrimiento humano Los más indeseables se van con él. El único pecado que le preocupa es el sufrimiento injusto de la gente ante la indiferencia de los demás;
(4) Jesús vive a Dios como compasión: 'sed misericordiosos como vuestro Padre'. Ésta es la única virtud. Si no somos compasivos no nos parecemos a Dios. Es lo único, lo primero. Predicar esto haría a la Iglesia más creíble.
(5) El movimiento que Jesús crea es un espacio sin dominaciones ni marginación, incluida la femenina. En el reino de Dios no puede haber dominio del hombre sobre la mujer. Nadie está por encima de nadie.

El ya desaparecido Juan Mateos, profesor emérito del Pontificio Instituto Oriental y traductor de la nueva Biblia Española, en su libro 'El Horizonte Humano. La propuesta de Jesús'  sostiene que ...

Jesús cambia el concepto del culto. Si dar culto a Dios significa honrarlo, lo que le honra no es la sumisión de la persona, sino su semejanza con Él, como la de hijo a Padre. Dios es fuerza de amor, parecernos a Él se consigue por la práctica del amor a los demás. Este culto eleva y desarrolla al ser humano. Su ejercicio no necesita espacios sagrados (templos). El culto es la vida misma animada por el amor (Jn 4, 23).
Dice, asimismo, que pecado es todo lo que impide el pleno desarrollo de la persona: el egoísmo, la opresión, el hambre, la ignorancia, la privación de la libertad; en una palabra: la represión de la vida. (Jn 1,4).
Define la adhesión a Jesús como 'estar con Él' (Mc 3, 149) asumiendo su programa, sus valores y su estilo de vida.
La nueva humanidad es una sociedad alternativa: el reino de Dios, donde todos sus miembros participan de su Espíritu. Una comunidad de personas libres e iguales, abierta a todos, solidaria y de servicio. Comunidad de misión que proclama la buena noticia con su estilo de vida, presentando una nueva realidad que se ofrece a la persona como el ámbito donde sus aspiraciones de desarrollo y plenitud pueden encontrar satisfacción.

Con el respeto que merecen la fe y vida de cualquier cristiano, hemos de reconocer que la cristiandad, hoy día, se caracteriza en mayor medida por una fe sociológica escasamente interiorizada, centrada en el culto, las manifestaciones populares, etc.

Pero la propuesta de Jesús llama a la conversión: un cambio de valores que comienza por la renuncia al dios dinero; liberación que propicia poner la vida al servicio del prójimo y a una acción profética denunciadora de las causas de la marginación y pobreza.

Junto a ello, la vivencia de la fraternidad compartida, la comunión de bienes y la celebración de la fe en un clima de comunicación vivencial y reflexión colectiva (así lo hizo Jesús) configurarán una Iglesia más coherente con el mensaje evangélico.

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