Libia: “La piedra de toque”

Se llama piedra de toque a la piedra que sirve para conocer el valor de una alhaja.

Libia es en estos días una “piedra de toque” para evaluar el valor de ciertas “alhajas”. Estoy pensando en todos los colectivos, de diversas tendencias, que en otras ocasiones nos habituaron a comunicados y manifestaciones contra injusticias, opresiones, guerras,...

Y es que los sucesos en Libia, junto con “la falta de” acontecimientos del estilo que antes apuntaba, me han recordado una escena bíblica: la que describe Mateo en el capítulo 23, cuando Jesús despotricaba contra los fariseos. Con un sólo versículo se resume el pasaje: “Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.” (Mateo 23:28).

Sí, estoy pensando en la falta de manifestaciones públicas. Esperaba bastantes ciudades con calles abarrotadas de indignados por las injusticias del “gobierno" Libio. Pero no. ¿O es que los medios no las sacan en portadas?

Personalmente no soy partidario de las manifestaciones de calle, porque el sentimiento que me mueve a escribir estas líneas no es nuevo: ya se han dado otras “piedras de toque”.

Pero de lo que sí soy partidario es de la coherencia . Y por serlo, la busco tanto en mi comportamiento como en el de los que me rodean, sean individuos o instituciones. Y cuando no la encuentro, me invaden las sospechas. Es entonces cuando pienso en los “sepulcros blanqueados” (Mateo 23:27) que los los fariseos de tiempos de Jesús representaban con tanta excelencia.

Cuando se levantan gentíos contra la guerra, el sufrimiento, la injusticia y la opresión como reacción ante ciertos acontecimientos, parece coherente esperar el mismo tipo de reacciones ante similares hechos.

Y si estas reacciones no llegan, cabe preguntar si entonces se persiguía verdaderamente a la injusticia, o se la utilizaba simplemente como excusa para "castigar" al ejecutor. Y claro, si además se observa discriminación en el tipo de reacciones según el malvado de turno, la respuesta a la anterior pregunta parece servida en bandeja: … … … (¡Ojo! No seré yo quien responda: “A buen entendedor, pocas palabras bastan”, y el que tenga …)

¡AAHHhhhhhh!... Cuestión a no desdeñar: ¿Tendrá que ver esto de “unas veces reacciones sí, y otras veces reacciones nó” con las estrategias de aquella guerra de ideas en la que combatía Julio?

Añado esta nota para los "sibaritas" de la expresión:

Personalmente distingo entre coherencia y congruencia, pero como soy conciente de que en general no se matizan estos  términos, he optado por utilizar el más extendido. En esa primera frase hubiese preferido utilizar el término congruencia, que más bien la asocio a los comportamientos y a la relación lógica de estos con las ideas: son los comportamientos de los colectivos sociales que en otras ocasiones se han movilizado los que no encuentro "congruentes" en la situación actual, pues con el caso libio se dan circunstancias de crueldad e injusticia similares a las que en otras ocasiones justificaron movilizaciones masivas.

En cambio, el término coherencia lo reservo más bien para las conexiones lógicas entre las ideas, y en ese sentido es el más adecuado para el segundo párrafo: "parece coherente esperar" se refiere a la actitud mental de los "testigos" que en otras ocasiones sí vieron movilizaciones de masas, y ahora no las ven.

Esta "incongruencia" de los colectivos sociales antes situaciones similares es lo que "rompe" los esquemas mentales generados en el resto de la sociedad.

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