¡Dos ''hurras'' por el Papa Benedicto!

Sí, el motivo del primer ¡hurra" ya está comentado en varios post anteriores. Me lo inspira el decidido apoyo de Benedicto XVI a la promoción de la lectura y meditación de la Biblia entre el "pueblo llano".

Aunque la Iglesia Católica hunde sus raíces de forma inequívoca en la Biblia, hasta no hace muchos años el manejo de la Biblia estaba circunscrito de forma casi exclusiva al clero. Y es que en cierto forma, buena parte del clero alentaba ese tipo de actitud ante la Biblia: "... que si es un libro muy complejo ... que si hay que interpretarlo correctamente ... que para algo están los doctores de la iglesia...".

Pero los tiempos ya han cambiado, y es el mismo Benedicto XVI el que en repetidas ocasiones anima a la lectura y meditación de la Biblia, la Palabra de Dios. Así, pues, ¡hurra por este Papa entusiasta de la Biblia y de su difusión entre laicos!

Y el segundo ¡hurra! me lo ha inspirado el tremendo poder de convocatoria y "desencomplejización" que está demostrando estos días con su viaje a España durante las Jornadas Mundiales de la Juventud ("JMJ"). Y es que esto es mucho, tanto para católicos como para cualquier grupo religioso de fundamentos bíblicos. Me explico:

Los colectivos que fundamentan sus convicciones y su ética en los valores bíblicos dan la impresión de que sufren complejos de inferioridad y de atavismo ideológico. Y hasta tal punto pueden llegar ese convencimiento, que condicione los comportamientos individuales y colectivos. Y el resultado de ese comportamiento "acomplejado" no es otro que el abandono de los foros públicos donde precisamente los amantes de la Biblia debemos esforzarnos por mantener alta, digna y enérgicamente la cosmovisión que emana de las Sagradas Escrituras. Porque... ¿Cual es la sal de la Tierra? (Mateo 5:13)

Pues bien, le grito un segundo ¡hurra! a Benedicto XVI por conseguir sacar a tantos cristianos de su anónimo letargo para manifestar en tantos foros que la cosmovisión bíblica de la vida y de la sociedad aún está vigente.

Porque esta cosmovisión ni es inferior (porque la historia no ha mostrado hasta ahora ninguna cosmovisión de más éxito social) ni es retrógrada (porque se basa en criterios y valores que no dependen del tiempo).

¡Hurra, hurra, Benedicto!

¡Ah! Una última nota: Confío que ningún grupo cristiano tenga remilgos ante esta explosión de fervor católico. Y si es que alguno lo tiene, lea esta "paráfrasis" del texto de Pablo en Filipenses 1:18:

¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, bien sea por católicos, protestantes, ortodoxos o no importa cual denominación, lo importante es que Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún.

Sobre el costo económico de este evento y las fuentes de financiación.