''La Cocina de la Biblia"

La Biblia da para mucho, si. Y no lo digo sólo porque en ella se encuentra los criterios para “vidas abundantes” aquí, por un lado, y eternas, allí, por otro lado. Lo digo porque sobre ella se ha escrito mucho, no solo de teología y comentarios, sino de temas diversos, como árboles, plantas en general, animales, costumbres, estrategias de gestión, uso del tiempo,... Así, pues, nada que se escriba a partir de la Biblia debiera sorprenderme. Pero sí, me llamó la atención hace poco un libro, y es que se trata de un libro de gastronomía.

Su título: “La cocina de la Biblia”. El autor: Antonio Gázquez, catedrático de Histología y Anatomía Patológica en la facultad de Veterinaria.

Antonio, además de escribir sobre veterinaria, su profesión, lo hace sobre su aficción: la gastronomía. Sobre esto ya lleva escritos varios libros, según cuenta en entrevista a Sandra Gil (elperiodicoextremadura.com) a propósito de la presentación de “La cocina de la Biblia” en la Cámara de Comercio de Cáceres : “... el libro sobre la cocina del Arcipreste de Hita, otro sobre la cocina cervantina con el Quijote de fondo, he escrito un libro sobre el siglo XVIII...”.

La decisión de dedicar aproximadamente un año a escribir sobre la cocina de la Biblia la justifica... “Porque uno lee la Biblia y curiosamente se da cuenta de que también hay gastronomía en ella, pero no solamente eso, sino que la sociedad occidental en la que vivimos tiene una tradición bíblica que no podemos negar por mucho que nos empeñemos; en nuestra forma de hablar, de comportarnos o de poner ejemplos, estos simbolismos aparecen. Por eso mismo he hecho este estudio sobre la cocina que encontramos en la Biblia.”

Respecto a su “cualificación” sobre ambas materias, Biblia y gastronomía, aclara: “Buen conocedor de la Biblia no soy, de la gastronomía lo intento. Me he leído la Biblia varias veces, la he consultado, y los evangelios apócrifos pero no soy teólogo ni deseo ser teólogo. Además, en el prólogo lo digo, huyo de cualquier interpretación teológica de las costumbres o maneras de comer de aquella época y de lo que nos ha dejado”.

Y sobre el el mismo libro, anticipa que “Es un libro de lectura y consulta porque doy muchos datos, explico muchas maneras de comportarnos que tenemos hoy en día, maneras que se van perdiendo. Recuerdo aquello de que el pan no se debe cortar con el cuchillo sino con las manos, que viene escrito en la Biblia, o que el pan debe ponerse en la mesa boca arriba y no boca abajo y porqué cuando el pan se cae al suelo debe besarse. Porqué eso del cordero de Dios, que no es que sea un cordero sino que representa al hombre, qué significa el vino, y una pregunta clásica, cómo se plantea que una filosofía de vida como es el cristianismo se dé a conocer fundamentalmente en un acto gastronómico, en una cena, y porqué en ese simbolismo aparecen dos elementos fundamentales de la gastronomía como son el pan y el vino. Todas esas preguntas que en un principio me iba haciendo, intento responderlas en el libro que acabo de escribir.” 
       “Curiosamente al final del libro aparece un recetario y en la Biblia aparece una receta de cómo se hace el pan. El famoso guiso de lentejas que no se llamaba así, se llamaba guiso rojo porque en aquella época la variedad de lenteja que utilizaban era la lenteja de color rojizo y de ahí el nombre. En la portada del libro aparece una receta de garbanzos que era muy conocida y el pan de pita sin levadura. Yo doy una serie de recetas y explico cómo se hacen. Algunas de ellas se han mantenido a lo largo de los siglos como el humus.”

Aquí puedes encontar el libro: "La Cocina de la Biblia".