¿Tienes biblia? ... no te acerques por Corea

Que poseer una biblia sea considerado un delito no es inusual en bastantes paises tirando hacia el este. Pero que sea considerado delito digno de ejecución no solo roza el delirio, sino que lo rebasa hasta límites inconmensurables.

Pues esto es lo sucede en Corea del Norte, donde unas 80 personas fueron ejecutadas públicamente (para escarmiento) a principios de este mes en siete ciudades coreanas.

No todas fueron acusadas de poseer algo “tan peligroso” como una biblia; también hubo ejecuciones por ver películas de Corea del Sur o por distribuir películas, eso sí, de pornografía.

Según cuentas las fuentes del koreajoongangdaily.joins.com, en Wonsan ocho personas fueron atadas y cubiertas sus cabezas en un estadio local para acribillarlas posteriormente con ametralladora (al menos “se compadecieron”, pues no las torturaron por mucho tiempo). Afirman testigos de la ejecución que las autoridades de Wonsan reunieron a unas 10.000 personas, incluidos niños, en el Shinpoong Stadium. Entre las víctimas de Wonsan había poseedores de biblias. Los familiares o colaboradores en los considerados delitos también recibieron atención, pues fueron enviados a campos de concentración.

El motivo de las ejecuciones no está del todo claro. Parece ser que se han realizado en ciudades que son centros de desarrollo económico. Respecto a Wonsan, ésta es una ciudad portuaria que  Kim Jong-un (el líder coreano) tiene previsto transformar en un destino turístico mediante la construcción de complejos de vacaciones, hoteles, aeropuerto y hasta una estación de esquí, en Mount Masik.

Se especula que las ejecuciones simultáneas en un fin de semana en siete ciudades son una medida extrema del el gobierno para acabar con los disturbios públicos o recelos que desatan sus proyectos de desarrollo.

La ley norcoreana contempla ejecuciones por conspiración contra el gobierno, la traición o el terrorismo. Pero tampoco es novedad en Corea del Norte la ejecución pública con fines intimidatorios por delitos menores, como el activismo religioso, el uso de teléfonos móviles o robar comida.

Es de destacar que ninguna de las 7 ciudades escenarios de las matanzas es la capital, Pyongyang, donde Kim cuenta con el apoyo de la élite del país. Allí continúan las construcciones de lujo y las instalaciones de ocio, como un nuevo parque acuático. Y es que según dijo Ahn Chan-il, un desertor del World North Korea Research, "Es el estilo de gobierno de Kim Jong- un, comprar el favor de la clase privilegiada de Corea del Norte en Pyongyang”.

La noticia en Korea JoongAng Daily