~Siglo XV antes de Cristo: Primeros antecedentes del concepto de evolución biológica

Habitualmente  se atribuye la paternidad del concepto de evolución a Darwin, pero la realidad es que antes de él otros pensadores meditaron sobre ese mismo concepto y escribieron sus ideas. En este enlace podéis leer un resumen de los precursores del concepto de evolución.

El resumen está muy bien, pero tiene un olvido: Remonta los precedentes hasta los griegos, sin tener en cuenta que ya en la Biblia encontramos el concepto de evolución en sus primeros capítulos. Ademas, de forma tan clara, que no deja lugar a dudas; aunque a condición de se lea con atención y sin prejuicios sobre lo que “se va a encontrar”.

Pudiera parecer  broma que el primer precedente del concepto de evolución se encuentre precisamente en la Biblia, en Génesis; habida cuenta la tan extendida idea de que hay una irreconciliable oposición entre la Biblia y la teoría de la evolución biológica. Pero no es broma. Juzga por ti mismo el contenido de estos textos de Génesis:

Gen 1:11  Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así.
 Gen 1:12  Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno.

Gen 1:20  Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos.
Gen 1:21  Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno.

Gen 1:24  Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así.
Gen 1:25  E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.

¿Qué piensas que había dentro de la cabeza del escritor de esos textos cuando estaba escribía “Produjo, pues, la tierra,,,”,  “… que las aguas produjeron…”?

Está claro que el autor de Génesis reconoce a Dios como el único y último responsable de la creación, porque en los mismos versículos de arriba se le da un protagonismo radical.  Pero entonces, ¿porqué decidió presentar en escena a un Dios que más bien ordena que se hagan las cosas, mientras que da a la tierra y a los mares el papel de ejecutantes directos de la voluntad de Dios?

Antes de responder es conveniente plantearse que en presencia de un escrito de hace 35 siglos no solo hay que superar la barrera del lenguaje. Hay que tener presente que en muchos casos también existe otra barrera aún más compleja: el desarrollo conceptual del género humano. ¿Te imaginas explicar el funcionamiento básico de un teléfono móvil a un francés del siglo XV? Lo más complicado no es aprender francés para poder hablarle. No, más complicado aún es explicarle conceptos como el de onda, información, digitalización,  gestión automatizada, etc. para que pueda comprender que no se trata de brujería. 

Pero aún hay algo todavía más complejo, y es que un francés del siglo XV se lo explique a otro francés de su misma época, pero utilizando los conceptos a los que “nosotros” estamos habituados en el siglo XXI.  Eso no solo es muy complicado. Eso es imposible.

El pretender que el autor de Génesis explique la dinámica que a lo largo de siglos produjo la inmensa variedad biológica del planeta tierra utilizando los conceptos que hasta el siglo XIX no se clarificaron en la mente humana es pedir un milagro. Y justo los que pretenden eso están entre los menos dispuestos a aceptar ningún tipo de milagros.

En lo que a mi respecta, creo que no hay mejor forma de expresar la dinámica de la evolución biológica bajo conceptos de hace 35 siglos que como lo hizo el autor de Génesis en los versículos antes mencionado.

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