La Biblia desde el siglo XXI

Falacia atea: La historia de Jesús es el plagio de la de un mítico dios pagano.

07.04.2023 00:00

(Una colaboración de Josué Ferrer)

Una de las preguntas más frecuentes que me hacen los lectores es: “¿Es la historia de Cristo un plagio de la de los antiguos dioses paganos?” Hay muchos cristianos que me han escrito alarmados y confundidos, sobre todo a partir del visionado de la película Zeitgeist, un documental independiente de Peter Joseph, muy popular en internet. Si algo debemos aprender los cristianos es que no debemos creer lo primero que nos digan, no sin antes contrastar la información en fuentes fiables para descubrir si aquello que nos cuentan es verdad o una tomadura de pelo.

Este documental afirma que Jesús es un plagio de dioses paganos anteriores. Así, esta bella historia cristiana de un dios hecho hombre nacido de una virgen rodeado de doce discípulos que muere y resucita al tercer día sería un burdo plagio de la de viejos mitos paganos. Jesús sería en realidad una personificación del dios sol y su biografía un cuento astrológico. El filme menciona una larga lista de divinidades y figuras religiosas, todas ellas supuestos redentores de la humanidad con quienes Jesús de Nazareth tendría sospechosamente mucho en común.

¿Qué hay de verdad en lo que dice esta película? Casi todo es falso. Más falso que un billete de tres euros. Más falso que el beso de Judas Iscariote.  Saca cosas de contexto hasta convertirlas en pretextos, maximiza las semejanzas pero oculta las diferencias y hasta se inventa cosas. No voy a entrar en gran profusión de detalles porque basta con consultar cualquier libro de mitología para destapar que todo es mentira. Pero aún así, y para ilustrar lo que digo, no me resisto a citar unos pocos detalles de este pseudodocumental dignos de ser incluidos en la antología del chiste.

De Horus por ejemplo se dice que nació un 25 de diciembre cuando el mes de diciembre no existe en el calendario egipcio. De Attis que “nació de una virgen”, pero la madre de Attis, Nana, quedó embarazada tras ponerse en el pecho el pene cortado de Agdistis, el cual cayó de un árbol. De Krishna se dice que murió y resucitó cuando en realidad era una reencarnación del dios Vishnu. De Dionisio se dice que era “el hijo único de Dios” cuando el dios Zeus tuvo decenas de hijos. De Mitra que tenía doce discípulos, lo cual es mentira. Y así, todo lo demás.

El pseudodocumental trata de forzar similitudes entre Jesús y una larga lista de figuras religiosas:  BudaQuetzacoatlPrometeoOdínThor, etc. ¿Pero Quetzacoatl, una serpiente emplumada, fue crucificada? ¿Puede ser Buda el “Hijo de Dios” cuando el budismo es una religión sin dioses? ¿Thor, el dios del trueno que empuñaba un martillo de guerra, se parece a Jesús? La delirante lista menciona como salvadores de la humanidad a Balí, un rey cuya cabeza acabó en el infierno hindú o al demonio Baal. O sea, mentiras, medias verdades y muchos delirios.

La realidad es que:

  1. Los supuestos paralelismos entre Jesucristo y los dioses paganos han sido grandemente exagerados, no sólo en este filme sino en muchas versiones descritas por pseudohistoriadores, intelectuales de salón y charlatanes. Decir que Jesús es un plagio de un mítico dios pagano por tener algún mínimo parecido con él es tanto como decir que, ya que Cristo pensaba que 2+2=4, exactamente igual que lo pensaba el dictador Adolf Hitler, esto convierte a Cristo en nazi. ¿Un disparate, verdad? Pues lo del plagio de un mito pagano es una barbaridad mucho mayor aún.
  2. Los eruditos a menudo describen ritos paganos con lenguaje que tomaron prestado del cristianismo. En este sentidom términos tan clamorosamente cristianos como “bautismo” y “resurrección” a menudo se aplican a los actos de las deidades paganas, incluso aunque tengan muy poco en común con Jesús. De este modo se crea la confusión de pensar que el cristianismo ha plagiado conceptos propios del paganismo, cuando realmente se trata de eruditos modernos que aplican un lenguaje cristiano actual a unos rituales que no manejaban esta terminología en absoluto.
  3. La cronología no respalda un plagio cristiano de las religiones místicas. A pesar de que estos dioses paganos son anteriores a Cristo, no lo son los documentos que nos hablan de ellos y que han llegado a nuestros días. Así, la mayoría de eruditos considera que las fuentes disponibles de las deidades paganas datan desde los siglos II, III y IV DC, es decir años después de la finalización del canon del Nuevo Testamento. Por contra, disponemos de manuscritos de los Evangelios de hace aproximadamente 2000 años. Y de copias del Antiguo Testamento más viejas aún.
  4. Es altamente  improbable que el apóstol Pablo -con sus estrictas raíces monoteístas y judías- hubiese tomado prestado elementos de las religiones paganas. De hecho, él mismo advirtió a las comunidades cristianas en contra de tales cosas. Lo mismo podemos decir del resto de discípulos, cuya teología de un Dios único y verdadero desafiaba el panteón politeísta romano. Y si leemos a un filósofo y teólogo como San Agustín, veremos que él mismo rechazaba vehemente a los dioses paganos romanos, a los cuales tildaba abiertamente de demonios.
  5. La muerte y resurrección de Jesucristo se llevó a cabo dentro de un marco histórico concreto, en un tiempo y lugar específicos. Por el contrario las religiones místicas esencialmente no tenían un carácter histórico. No hablaban de una nación, de una ciudad, de una fecha verificables… En realidad se trata de eternas representaciones universales de acontecimientos anuales en la naturaleza (el día y la noche, los solsticios de invierno y de verano…), no de sucesos históricos propiamente dichos con fecha específica que se hubieran llevado a cabo en un país.
  6. Los genuinos paralelismos que permanecen después de haber explicado las exageraciones pueden reflejar una influencia cristiana sobre las religiones paganas y no lo contrario. Así, los autores paganos tomaron elementos cristianos para enriquecer sus historias y no al revés. En conclusión, la historia de Cristo no sólo no constituye plagio alguno de la de los míticos dioses paganos sino que si existe algún ligero parecido entre ambos relatos o bien es meramente accidental o bien fueron los autores paganos quienes plagiaron parcialmente la vida del Señor Jesús.

Josué Ferrer es el autor del libro "Porqué dejé de ser ateo" [Disponible en Amazón].
También autor de este  blog.

 

 

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