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Vimos en el post anterior que, si bien estoy de acuerdo con la afirmación de Paul Davies de que "ningún argumento analógico puede establecer una prueba", en absoluto la acepto en el contexto que él la incluye: la posibilidad de que el universo, al igual que los ingenios humanos, haya sido "diseñado" por alguna entidad inteligente.
Y es que buscar pruebas en el Universo que demuestren la existencia de Dios es tanto como "buscar peras en un olmo". Al igual que la naturaleza del olmo no le permite dar peras, la "naturaleza" del Universo le imposibilita ofrecer pruebas de entidades o de "sucesos" que sobrepasan su realidad física.
Cuando no se es consciente de esta imposibilidad, el pensar que no hay pruebas de la existencia de Dios induce la conclusión de que, por tanto, Dios no existe. Cuando en realidad hay gran cantidad de indicios, que no pruebas, que sólo son explicables recurriendo a la hipótesis de que "Dios sí existe”. De ahí mi descontento al toparme con la afirmación de Paul Davies de que "ningún argumento analógico puede establecer una prueba", puesto que lo afirma en el contexto del argumento del diseño, como hemos visto en el post anterior.
A fin de clarificar porqué es imposible encontrar pruebas que demuestren la existencia de Dios, dediqué el anterior post a mostrar que siempre que nos refiramos a pruebas quedamos circunscritos al ámbito de nuestro mundo físico o mental. Falta por aclarar porqué la existencia de Dios “se escabulle” de esos ámbitos, y, por tanto, de la posible conexión con pruebas obtenidas en cualquiera de ellos.
En dicho post aclaré que se puede hablar de pruebas referidas al conocimiento analítico (el que surge y se desarrolla exclusivamente en las mentes humanas, como las matemáticas) o al conocimiento sintético (el que proviene de la observación y experimentación con la naturaleza externa, como la física).
Empezando por el conocimiento analítico, creo que es bastante fácil comprender que jamás ninguna "prueba" (en realidad demostración) nos permitirá demostrar la existencia de Dios.
Según vimos en el post anterior, todo el conocimiento analítico se circunscribe al "mundo mental". Su desarrollo no es más que la indagación, "análisis" o “escrutación” de las posibles relaciones lógicas entre diversidad de conceptos producidos por y en la mente humana, sin ninguna relación con el “mundo exterior". Toda “nueva verdad analítica" que descubra algún sagaz pensador siempre estará circunscrita al intelecto. No tendrá ninguna relación con el mundo exterior.
Pero si Dios realmente existe, su ámbito de existencia no será la mente humana. El dios que sólo exista en el intelecto no será más que un ser ficticio tan irreal como Superman.
En este punto, me gustaría hacer un inciso para comentar "una prueba" o demostración tradicional en la teología. Me refiero al argumento ontológico, muy controvertido desde que lo propuso inicialmente Anselmo de Canterbury en 1078, en su obra "Proslogion".
Básicamente este argumento se puede sintetizar así:
Si definimos el concepto de Dios como lo más grande y perfecto que se puede pensar, por fuerza tiene que existir realmente. Y es que, si existiera sólo en la mente humana y no se correspondiese con una entidad real, ya no podríamos decir que es lo mas grande y perfecto que existe, puesto que cualquier cosa realmente existente es más perfecta que cualquier idea solamente circunscrita al mundo mental.
Yo opino como Tomás de Aquino: " Y de que concibamos intelectualmente el significado del término "Dios" no se sigue que Dios sea existente, sino concebido en el entendimiento. Y, en consecuencia, el ser más perfecto que se pueda pensar no es necesario que se dé fuera del entendimiento".
Y es que la conclusión de ese argumento no se puede mantener, puesto que pretende concluir verdad en el mundo físico partiendo exclusivamente de definiciones elaboradas por el ser humano en su intelecto. Como cualquier razonamiento analítico lo más que puede hacer es "desentrañar" lógica y coherentemente lo que ya está implícito en las definiciones de las que parte. Y, por tanto, la conclusión, que no será nada mas que el “afloramiento" a la consciencia de alguna verdad ya implícita, sólo tendrá vigencia en el mundo mental del ser humano, y no en la realidad externa al intelecto. Cuando se razona partiendo exclusivamente de constructos mentales, se obtendrán solamente conclusiones mentales, nunca verdades universales.
Así, pues, en el ámbito del conocimiento analítico, como bien dice Paul Davies en el contexto del argumento del diseño del Universo: "ningún argumento analógico puede establecer una prueba". Pero ni para probar la existencia de Dios ni para demostrar ninguna verdad externa al intelecto humano. Por lo que afirmarlo en referencia al debate sobre la posible existencia de Dios, ademar de ser una perogrullada, y precisamente por serlo, se convierte en una falacia: la de pedir imposibles. Y es que esperar del argumento del diseño que establezca una prueba de la existencia de Dios es tan absurdo como esperar que un olmo te de peras.
Con lo visto hoy he pretendido aclarar porqué no es posible demostrar la existencia de Dios a partir de pruebas bajo el contexto del conocimiento analítico.
Dejo para un próximo post la posibilidad de demostrar la existencia de Dios a partir de pruebas bajo el contexto del conocimiento sintético.
(El 24/05/2024 todos los enlaces incluidos en este post estaban activos.)
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