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Hoy me tocaría continuar con la serie de posts sobre el diseño del universo, y más concretamente sobre la eternidad de Dios y el concepto de tiempo. Pero las cuestiones particulares que surgen en verano me han impedido dedicarme a ello. Así que decido traeros una noticia bastante reciente sobre uno de los objetos que más puede aportar a la historicidad de la Biblia y del Nuevo Testamento en particular, aunque es probablemente el objeto más controvertido de todos. Me refiero al sudario de Cristo.
Al margen de que el sudario sea digno de veneración en el sentido de respeto a algo por lo que representa o recuerda (como recoge el DLE en su primera acepción del término venerar: ‘’Respetar en sumo grado a alguien por su santidad, dignidad o grandes virtudes, o a algo por lo que representa o recuerda’’), la importancia que yo le doy es por su aportación a la historicidad de la Biblia y al fundamento del cristianismo.
El que la sábana date de la época de Cristo es el primer requisito para que ciertamente sea considerada un fundamento primordial para la historicidad bíblica. Claro, eso no sería todo, puesto que cualquier otra persona podría haber sido amortajado con ese sudario (sobre esto también hay noticias recientes, que espero comentarlas próximamente).
Pero ese primer requisito, la datación de la sábana, viene siendo cuestionada desde hace década; por lo que la reciente información de expertos italianos abre nuevas expectativas al tema.
Conocido como la Síndone, Sábana Santa o el Santo Sudario, es una tela de lino que mide 4,36 por 1,13 metros en la que se aprecia la imagen de un hombre con marcas y contusiones compatibles con el hecho de haber sido crucificado. Actualmente se guarda en la capilla de la Sábana Santa, en Turín.
Las primeras menciones al sudario datan de los inicios del siglo XIII: En 1203, un cruzado (Robert de Clari) aseguró que en la iglesia de Santa María de las Blanquernas (Constantinopla) tenían una tela con la imagen de Jesús. Y en 1205, otro cruzado (Teodoro Angelos) escribió al papa Inocencio III quejándose de que en la anterior cruzada (la cuarta) los franceses saquearon ‘’el lino en el que nuestro Señor Jesucristo fue envuelto tras su muerte y antes de su resurrección’’.
Las primeras exhibiciones públicas del sudario datan del siglo XIV. En 1357 más o menos se comenzó a exhibir en la iglesia de Lirey (Francia). Y no mucho más tarde comenzaron también las polémicas, las cuales continuaron en el siglo XV junto con pleitos sobre la propiedad del sudario, así como diversidad de emplazamientos y exhibiciones.
En 1532 se incendió la capilla donde se guardaba el sudario, el cual sufrió daños y fue marcado en varios de los dobleces en los que estaba plegado por una gota de plata fundida del relicario donde se guardaba. Y en 1578 fue trasladado a Turín, donde reside desde entonces.
(Pueden conocer más detalles en Wikipedia)
Básicamente lo que se puede cuestionar del sudario son: la datación, el origen geográfico y la naturaleza de la imagen impresa. Supuesto que esas tres cuestiones descartasen el fraude como origen de la sábana, aún quedaría pendiente dilucidar si el cuerpo que generó la imagen fue el de Cristo.
Hasta prácticamente el siglo XX la polémica sólo podía centrarse en la naturaleza de la imagen impresa: o era una impronta sobrenatural o de carácter físico desconocido, o era una pintura realizada con especial destreza para simular el sudario de Cristo. Y es que por aquellos tiempos no disponían de medios para datar lino ni para realizar finos análisis de partículas presente como el polen o gotas de sangre. En cambio, a partir de 1898 comienzan los análisis con medios tecnológicos modernos, siendo el abogado Secondo Pia el que realizó una fotografía de la sábana, que curiosamente no tuvo que positivar para contemplar la imagen positiva, puesto que lo que se registró en la placa o película se asemejaba más a un positivo fotográfico que a un negativo.
(Imagen original y con inversión de colorido)
Posteriormente se han realizado análisis de partículas, polen, sangre, estructuras del tejido,… y datación por radio carbono 14.
Las dataciones por radio carbono 14 realizada en 1988 por tres laboratorios a muestras de la sábana son las que desacreditaron la posibilidad de que la sábana fuese auténtica, puesto que los resultaros la databan entre el siglo XIII y el XIV. Pero muchos expertos plantearon tantas objeciones al muestreo y análisis que en el fondo estas pruebas no zanjaron la cuestión. Yo personalmente no estoy convencido de que las pruebas de carbono 14 realizadas a objetos que han pasados por incendios sean fiables. Y mucho menos, a un objeto que supuestamente ha estado en contacto con un organismo que ha pasado por un proceso totalmente desconocido por la ciencia y la experiencia habitual: la resurreción.
La noticia a la que aludía al inicio está publicada en dailymail.co.uk, y básicamente informa que la nueva técnica de datación con rayos X que han utilizado investigadores italianos muestra que el sudario data de hace unos dos milenios. En un próximo post os traeré detalles de su trabajo.
(El 30/08/2024 todos los enlaces incluidos en este post estaban activos.)
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