Sobre diluvios universales (7)

Tras limitar cronológicamente por arriba la época en la que vivió y construyó su arca Noé, toca hacer lo propio delimitándola por abajo. Vimos en el post precedente que Noé vivió antes del sexto milenio antes de Cristo. Pero, ¿cuál fue la época tras la cual podemos afirmar qué sí vivió Noé? A ello nos dedicaremos hoy.

En principio la respuesta parece fácil bajo el contexto de los posts de esta serie. Pues he venido afirmando que Noé construyó su arca tras el final de la glaciación de Wurm. Pero sólo me he basado en la similitud de circunstancias climatológicas entre nuestra época y la de Noé; caracterizadas ambas por la abundancia de catástrofes atmosféricas. Particularmente fuertes inundaciones en nuestra época, y grandes diluvios en la de Noé narradas por la Biblia y también recogidas en las tradiciones de muchas culturas antiguas. Y es que en ambos casos es el incremento de CO2 atmosférico el responsable de los cambios climáticos (recuerda: más CO2 en la atmósfera supone mayor efecto invernadero, con mayor retención de calor, lo que provoca a la larga cambio climático).

Pero ese era el supuesto del que partíamos. Según vimos en el cuarto post de esta serie, deberemos analizar la hipótesis de partida para deducir las consecuencias que teóricamente se desprendan de ella a fin de compararlas con sucesos o informaciones disponibles para ver si mantienen coherencia. Es lo que llamé "encaje de aristas". Sólo en el caso de que encajen bien podremos dar por aceptable nuestro supuesto.

Veamos una serie de aspectos de la época de Noé (mencionados en la Biblia) y comprobemos si son compatibles con el supuesto de que Noe vivió tras el final de la última glaciación.

(Nota: Es preciso tener en cuenta que los cambios climáticos por incremento del CO2 atmosférico de origen natural es mucho más lento que el cambio climático que estamos viviendo en nuestros días como consecuencia de las actividades industriales y ganaderas.  

Los seres humanos empezamos a inundar la atmósfera de CO2 ya en el siglo XIX, con la utilización del carbón y el petróleo como combustibles. El auge industrial (y ganadero, pues la ganadería intensiva también emite gran cantidad de gases efecto invernadero) de mediados del siglo XX incrementó aún más el aporte de gases efecto invernadero. Y es en nuestros días cuando observamos las evidencias más incontestables de que el clima está cambiando y de que estamos sufriendo las consecuencias.

En cambio, cuando el aumento de CO2 es de origen natural, el incremento es más lento, pudiendo tardar en manifestar sus efectos siglos o incluso algunos milenios. Parece ser que el cambio climático tras el final del Joven Dryas (el “coletazo" final de la última glaciación, la de Wurm) fue más rápido que en otras glaciaciones; aunque no tanto como el cambio climático que ahora estamos viviendo. 

Con esto pretendo aclarar que no es realista esperar que la manifestación de los efectos climáticos (en particular los diluvios e inundaciones) tras el final de Joven Dryas se produjesen pocas décadas tras ese final. Más bien siglos o incluso milenio. Así, pues, si el final de la glaciación la establecen los expertos durante la primera parte del décimo milenio antes de Cristo (doce milenios hasta el presente) hemos de pensar que las consecuencias desastrosas del cambio climático asociado pudieron manifestarse hacia finales del décimo milenio, y/o durante el noveno o incluso el octavo antes de Cristo.

Vuelvo a los aspectos de la época de Noé factibles de contrastar con el supuesto de que vivió al final de la última glaciación:  Si en post anteriores establecimos que Noé tuvo que vivir antes del desarrollo de la metalurgia; de la lectura de Génesis capítulo 6 y siguientes podremos obtener varias características de la generación de Noé que nos pueden orientar sobre las fechas tras las cuales se sitúa cronológicamente su época (Sencillo: Si Noé se emborrachaba, evidentemente tuvo que vivir después de que se descubriesen los placeres del vino).  Simplemente tendremos que listar esos logros y comprobar cuando establece la arqueología los inicios de su utilización.

Es preciso tener en cuenta que las fechas que los expertos hayan establecido no son las fechas reales del inicio de utilización de las técnicas o avances en cuestión. Los expertos sólo datan la antigüedad de los vestigios arqueológicos que se generaron en su día. De ellos sólo podemos obtener certezas sobre las “fechas en las que ya se utilizaban o conocían”. Sería absurdo pensar que justo al inicio de la utilización de algo se hubiesen dejado rastros arqueológicos que nuestros expertos hayan podido descubrir. Pero al menos las dataciones establecidas darán una buena orientación sobre cuando se asentaron los avances que listo a continuación:

Desarrollo de la ganadería.

Cuando Génesis 7 relata la entrada en el arca, distingue entre animales silvestres y domesticados: “En este mismo día entraron Noé, y Sem, Cam y Jafet hijos de Noé, la mujer de Noé, y las tres mujeres de sus hijos, con él en el arca; ellos, y todos los animales silvestres según sus especies, y todos los animales domesticados según sus especies,…” (Génesis 7:13-14). Está claro que en la época de Noé ya se explotaban animales domesticados.

Desarrollo de la agricultura.

Leemos en Génesis 9:20 “Después comenzó Noé a labrar la tierra…”. Esto es indicativo de que ya se conocían las ventajas de plantar, cuidar y recolectar plantas.

Elaboración y consumo del vino

También leemos en Génesis 9:20 que Noé plantó una viña (“Después comenzó Noé a labrar la tierra, y plantó una viña, …”). Pero no solo para comer uvas, sino que elaboró vino, y hasta se emborrachaba (al menos una vez), pues vemos en Génesis 9:21 que “…bebió del vino, y se embriagó,…”).

Construcción de navíos de envergadura

Está claro que el arca era un gran navío, mucho más que las primeras balsas y canoas que se comenzaron a utilizar hace muchos milenios. Evidentemente tanto Noé como sus coetáneos debían tener conocimientos de cómo construir embarcaciones de esa envergadura, pues leemos en Génesis 6:15 : “Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura” (155 metros de largo, por 26 de ancho y 15 de alto).

Utilización de impermeabilizante para embarcaciones

Está claro que para una embarcación de esa envergadura fueron precisos muchos ensamblados de madera, los cuales precisarían ser impermeabilizados. En el versículo 6:14 recibe Noé la instrucción pertinente: “… y la calafatearás con brea por dentro y por fuera”.

Implantación de asentamientos poblacionales

De los inicios del capítulo 6 de Génesis deduzco que en los tiempos de Noé ya existían asentamientos de población, pues expresiones como “… comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas,…” y “… la maldad de los hombres era mucha en la tierra…”. Por otra parte, no imagino la construcción de un navío como el arca sin recurrir a la ayuda de otras personas, e incluso contar con algún tipo de red comercial (para la obtención de la brea, supuesto que utilizase la brea natural asfáltica de origen mesopotámico) o industrial (supuesto que la brea fuese obtenida de la madera).

En el próximo post veremos que nos dice la arqueología sobre las fechas en las que ya estaban implantados los avances listados.

(El 10/03/2025 todos los enlaces incluidos en este post estaban activos.)