Dios. ¿Fuera de cobertura?

Dios. ¿Fuera de cobertura?

^{(Una colaboración de Miguel Sanz)} 

Un conocido humorista que se cree graciosillo, y lo es, decía hace unos días cuando le preguntaban sobre Dios: “Dios está fuera de cobertura"

 Já-já. Le rieron la ocurrencia, pero me temo que tenía bastante razón. ¿Quería decir que le resulta imposible comunicarse con Dios? Pues es la experiencia habitual para muchos, que marcan el que creen número de Dios y una máquina les responde: “el numero marcado está apagado o fuera de cobertura”. Ahora bien, ¿no estarán marcando un número equivocado?

¿Y si quienes estamos fuera de cobertura somos nosotros?

En la vida diaria cuando nos encontramos con esta situación suele ser conveniente moverse un poco, un solo paso puede ser suficiente para situarnos en una posición óptima y empezar a oír con nitidez la voz de nuestros amigos desde el otro lado del mundo. ¡Desde luego no se nos ocurre destrozar contra el suelo nuestro teléfono móvil de última generación si el que nos responde dice que nos hemos equivocado de número!

Puede ser parecido con Dios. Él no está (aunque también) al otro lado del mundo, Él está aquí mismo y tal vez seamos nosotros quienes tendríamos que dar un sencillo paso, como es empezar a leer la Biblia.

En cierta ocasión un amigo me preguntó sobre religión. En mi modesta opinión pude recomendarle una religión muy completa, la mejor imaginable, una que tiene de todo... Pero, le dije, si lo que buscas es conocer a Dios puedo recomendarte algo mejor que la mejor de las religiones: toma la Biblia y, como más o menos dijo Jesús, “entra en tu habitación, cierra la puerta y habla con tu Padre; tu Padre te ve y te responderá.” (Mateo 6:6)

Puede parecer un paso demasiado fácil y lo es. Puede parecer increíble, pero dar este paso, empezar a leer la Biblia, nos coloca en una cobertura óptima para empezar a hablar con Dios sin interferencias. Y recuerda: el que ríe el último... 

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