Gloria Gaynor, cantante y compositora norteamericana, primera intérprete del famoso «I Will Survive» (en español: «Sobreviviré»).
Cita extraia de reseña sobre su recital en Barcelona, en elperiodico.com (En PDF)
Contexto:
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Grabada en 1978, I will survive (Sobreviviré) salió en Europa a principios de 1979, en el cénit de la era disco. Gaynor ya había probado el éxito con Never can say goodbye, cuatro años atrás, y estuvo en la sala de máquinas de un fenómeno musical al que atribuye raíces económicas: la crisis de 1973 condujo, estima, a la evasión hedonista discotequera. "Era un momento de recesión y la gente necesitaba liberarse de los problemas y del estrés. No había dinero, y por eso prosperaron las discotecas; lugares en los que, por poco dinero, podías pasar un buen rato bailando con música grabada".
I will survive fue un poco más allá: no invitaba a la simple evasión, sino a afrontar la realidad con la convicción del ganador. "Es una canción que transmite coraje a la gente para que resuelva sus problemas". Y añade un detalle vivencial. "Una vez, en Italia, una chica vino a verme y me dijo que había pensado en suicidarse, pero que la canción le hizo replanteárselo todo".
Sus palabras dejan un rastro espiritual, lo cual nos recuerda que Gaynor abrazó la fe evangélica en 1982 y que, desde entonces, se refiere con ánimo crítico a su vida alegre preconversión. "Dos años antes de rebautizarme, no quería saber nada de Dios. Me lo pasaba bien sin él; tenía éxito. Pero sentí un vacío que solo él podía llenar". Así que la disco diva dejó paso a una humilde sierva iluminada por las sagradas escrituras. "Para utilizar esta grabadora hay que leer antes las instrucciones, ¿verdad?", señala. "Pues con la vida pasa lo mismo: las instrucciones están en la Biblia".
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Grabada en 1978, I will survive (Sobreviviré) salió en Europa a principios de 1979, en el cénit de la era disco. Gaynor ya había probado el éxito con Never can say goodbye, cuatro años atrás, y estuvo en la sala de máquinas de un fenómeno musical al que atribuye raíces económicas: la crisis de 1973 condujo, estima, a la evasión hedonista discotequera. "Era un momento de recesión y la gente necesitaba liberarse de los problemas y del estrés. No había dinero, y por eso prosperaron las discotecas; lugares en los que, por poco dinero, podías pasar un buen rato bailando con música grabada".
I will survive fue un poco más allá: no invitaba a la simple evasión, sino a afrontar la realidad con la convicción del ganador. "Es una canción que transmite coraje a la gente para que resuelva sus problemas". Y añade un detalle vivencial. "Una vez, en Italia, una chica vino a verme y me dijo que había pensado en suicidarse, pero que la canción le hizo replanteárselo todo".
Sus palabras dejan un rastro espiritual, lo cual nos recuerda que Gaynor abrazó la fe evangélica en 1982 y que, desde entonces, se refiere con ánimo crítico a su vida alegre preconversión. "Dos años antes de rebautizarme, no quería saber nada de Dios. Me lo pasaba bien sin él; tenía éxito. Pero sentí un vacío que solo él podía llenar". Así que la disco diva dejó paso a una humilde sierva iluminada por las sagradas escrituras. "Para utilizar esta grabadora hay que leer antes las instrucciones, ¿verdad?", señala. "Pues con la vida pasa lo mismo: las instrucciones están en la Biblia".Grabada en 1978, I will survive (Sobreviviré) salió en Europa a principios de 1979, en el cénit de la era disco. Gaynor ya había probado el éxito con Never can say goodbye, cuatro años atrás, y estuvo en la sala de máquinas de un fenómeno musical al que atribuye raíces económicas: la crisis de 1973 condujo, estima, a la evasión hedonista discotequera. "Era un momento de recesión y la gente necesitaba liberarse de los problemas y del estrés. No había dinero, y por eso prosperaron las discotecas; lugares en los que, por poco dinero, podías pasar un buen rato bailando con música grabada".
I will survive fue un poco más allá: no invitaba a la simple evasión, sino a afrontar la realidad con la convicción del ganador. "Es una canción que transmite coraje a la gente para que resuelva sus problemas". Y añade un detalle vivencial. "Una vez, en Italia, una chica vino a verme y me dijo que había pensado en suicidarse, pero que la canción le hizo replanteárselo todo".
Sus palabras dejan un rastro espiritual, lo cual nos recuerda que Gaynor abrazó la fe evangélica en 1982 y que, desde entonces, se refiere con ánimo crítico a su vida alegre preconversión. "Dos años antes de rebautizarme, no quería saber nada de Dios. Me lo pasaba bien sin él; tenía éxito. Pero sentí un vacío que solo él podía llenar". Así que la disco diva dejó paso a una humilde sierva iluminada por las sagradas escrituras. "Para utilizar esta grabadora hay que leer antes las instrucciones, ¿verdad?", señala. "Pues con la vida pasa lo mismo: las instrucciones están en la Biblia".
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