La Salvación (1): ¿cosa de muertos, o cosa de vivos?

No parece muy acertado tratar sobre este tema en un sitio que pretende promocionar la lectura de la Biblia incluso en personas no creyentes. Máxime cuando se anuncia en varias páginas que queremos promocionarla por su utilidad “actual”, sin recurrir a argumentaciones “sobrenaturalistas” (¡quizás algún día tendríamos que revisar los conceptos de “natural” y “sobrenatural”!).

La razón de que lo traigamos está precisamente en que lo incluimos en la sección “Revisión de Conceptos”: Probablemente éste es uno de los que con más motivo precisa ser revisado a la luz de la Biblia. Las ideas generalizadas actualmente sobre la Salvación distan mucho de lo que se desprende de la lectura bíblica.  Además, y esto no solo es importante, sino que justifica la revisión del concepto: Opino que la poca influencia que la Biblia tiene hoy día en personas y sociedades está motivada en gran medida por los conceptos actuales que circulan sobre la Salvación.  Sé que esto es atrevido y precisa justificación, pero no puedo hacerla si no revisamos previamente el concepto actual de Salvación.

Ideas habituales sobre “La Salvación”.

Las afirmaciones que voy a hacer en este apartado no se basan en estadísticas. No es preciso; simplemente pretendo esbozar las ideas que a mi juicio están más extendidas. Con esto basta para que juzgues en qué grupo de opinión te sientes más identificado. Y si te sientes identificado con algún grupo, motivo suficiente para continuar la lectura. Quizás al final consideras pertinente revisar tu propio concepto de Salvación. Otros internautas ya se lo plantearán si algún día caen por esta página.

Idea de las personas creyentes.

^{(Nota previa: Lo que viene a continuación es una simplificación de las creencias “populares”, sin intención de crítica.
Es cierto que tras ellas, hay fundamentaciones sólidas en las opciones religiosas correspondientes.
Pero para la mayoría de creyentes sin instrucción teológica, la Salvación se reduce a lo que sintetizo a continuación.)}

Las personas religiosas suelen asociar la idea de Salvación con “ir al cielo”: algo para el futuro, para después de la muerte física.   Como estas personas creen en la eternidad del alma, asocian la Salvación con la posibilidad de conseguir una plaza en la zona “deseable de la eternidad”, junto a Dios y los suyos.

A la idea de Salvación suelen contraponer la idea de Condenación, también asociada a “algo para el futuro”, para después de la muerte física.

El presente solamente lo relacionan con la salvación por el hecho de que durante el transcurso de la vida física se tiene la opción de hacer lo necesario para conseguir esa “plaza” en la zona deseable de la eternidad.  Lo que haya que hacer para conseguir ese privilegio varía en función de las creencias, pero en general hay dos tipos de opciones: un subgrupo se inclina por la acumulación de méritos para ser dignos de obtener plaza; mientras que el otro subgrupo se inclina por la opción gratuita: la plaza se obtiene simplemente aceptándola, pues los méritos precisos fueron aportados por otra persona.

Idea de los no creyentes.

La generalidad de los no creyentes conocen las ideas que sobre la Salvación tienen las personas religiosas. Aunque no lo comparten, dan el sentido explicado más arriba, pero relegándolo a la categoría de superstición: como creen que la eternidad del alma no es más que una quimera, cualquier concepto asociado a ella no es más que superstición sin ningún fundamento. Pero aún así, una quimera relacionada con el futuro.

Así, pues,  mayoritariamente la Salvación se asocia a algo futuro, desligado del presente, salvo por la necesidad de utilizar el presente para adquirir un "pase" para esa “Salvación futura”.

Utilización del termino Salvación en la Biblia.

Está claro que en la Biblia no existe un “artículo” que exponga “magistralmente” cual es el “concepto” de Salvación (no es un manual de teología o filosofía). Solo a través del uso de las palabras que en ella encontramos podemos conocer los conceptos que tenían los escritores cuando las utilizaban. Así, pues, repasemos los principales textos en los que se usa el término “Salvación”:

La palabra del NT que corresponde a la que habitualmente se traduce por salvación es sotería (σωτηρία), y el verbo correspondiente es sozo (σώζω).  En sus correspondientes funciones gramaticales tienen la idea básica de librar de peligro, preservar, rescatar, dar salud, seguridad…

Anoto a continuación una selección de pasajes bíblicos en los que se utilizan estos términos. No pretendo centrar la atención en cual sea la idea asociada a esos términos; solamente destacar la ubicación temporal: si la idea correspondiente de Salvación se relaciona con el futuro de las personas o con el presente.

^{(Notas: En mayúsculas la traducción correspondiente a los términos antes mencionados, … y en cursiva con negrita las palabras que dan idea de presente asociado a la Salvación.
Los extractos corresponden a alguna de las siguiente versiones: Valera, Américas, Jerusalén, N.Colunga, B.L. Sencillo.
Sugiero que te ejercites buscando el texto completo y el contexto utilizando alguno de los buscadores de la izquierda.)}

 ¿Qué idea tendrían en mente los que escribieron esos pasajes? Saca tu propia conclusión. En lo que a mi respecta, y como bien supondrás, concluyo que cuando escribían esos textos pensaban en una Salvación referida al presente, a la vida física.

O más bien debiera decir que pensaban en aspectos de la Salvación que tienen que ver con la vida física, aquí, en la tierra, en el “presente” de cualquier individuo de cualquier época.

Sí, porque la idea que se desprende de la generalidad de textos que usan las palabras mencionadas anteriormente es que los autores del Nuevo Testamento consideraban la Salvación como un “estado” de las personas, con sus aspectos e implicaciones para la vida física, pero también con aspectos relacionados con la “existencia” tras la muerte física. No olvidemos que los escritores de la Biblia creían en la eternidad del alma humana. En este sentido, también hay pasajes que de forma indudable dan idea de futuro, más allá de la vida física. Por ejemplo: Mateo 10:22 ; Hebreos 1:14 ; 1Pedro 1:5 ; Santiago 1:21).

¿La salvación… un estado? ¿Y con implicaciones en la vida física…? ¡Esto hay que explicarlo!

Bueno, no sé si la mejor palabra para definirla es “estado”. Pero de lo que sí estoy seguro es de que tiene implicaciones en la vida física. Y que hay que explicarlo, sin duda.  Pero opino que los escritos no deben alargarse, y aún menos en Internet; y este ya es bastante largo.

El objetivo con este artículo solo es “revisar el concepto” de Salvación, centrando la atención en su "actualidad": es algo para "ahora", para el "presente" (al margen de que también pueda ser algo para el futuro). Si la tabla de arriba te mueve a meditar al respecto, objetivo cumplido.

Soy consciente de que me quedo corto, pues quedan cuestiones como: ¿De qué tendrían que salvarme aquí, durante la vida física? ¿Cuáles son esas implicaciones mencionadas? ¿Son positivas o negativas?  Y si es que el alma sobrevive al cuerpo,… ¿qué relación hay entre las implicaciones presentes y los aspectos futuros de la Salvación?

Concédeme unos días: tú meditas en los versículos de la tabla, y yo busco tiempo para responder a las cuestiones abiertas.

Y no olvido mi atrevimiento inicial al afirmar que “la poca influencia que la Biblia tiene hoy día en personas y sociedades está motivada en gran medida por los conceptos actuales que circulan sobre la Salvación”. Pero permíteme posponer la justificación para cuando estén avanzadas las cuestiones abiertas.